Este post forma parte de una campaña compensada, patrocinada por Latina Bloggers Connect y Kikkoman, las opiniones expresadas son mías. Esta advertencia se hace en cumplimiento de las Directivas de la Comisión Federal de Comercio (Federal Trade Commission Guidelines), 16 C.F.R Parte 255.
Como sabes, una de las ventajas de vivir en un país como Estados
Unidos, es la de poder disfrutar de los muchísimos diferentes tipos de comidas
en el mundo. Y una de mis favoritas sin duda alguna es la comida oriental.
Aquí te compartiré una receta que no es auténtica, pero tiene un
toquecito de sabor oriental. Recuerdo que una vez fui a comer a un restaurante
Japonés y ordené unas piernas de pollo en una salsa “pegajosa” (sticky) y
estaban deliciosas. Así que qué mejor manera de recrearlas que agregando otro
ingrediente que me gusta: piña.
Para preparar ésta receta, yo usé Salsa de Soya Kikkoman, porque es una
salsa elaborada naturalmente, además de que el sabor de la comida queda mucho
mejor porque su sabor está muy bien balanceado.
Kikkoman se inició por una mujer hace ya más de 300 años. Es una
compañía de familia que ha sido dirigida por ya 19 generaciones. Es una Compañía
que se rige por una filosofía de familia, su filosofía es “Isogaba maware” que significa
“apresúrate lentamente”, por lo que su filosofía es avanzar y crecer, pero poniendo
una tremenda atención y cuidado.
Desde su meticuloso proceso de elaboración natural que toma seis
meses, hasta su patrimonio que se remonta al Japón feudal, Kikkoman ha sido un
ejemplo de ésta filosofía desde sus inicios en el sigo XVII.
Un negocio de familia hasta el dia de hoy, el crecimiento de Kikkoman
se ha inspirado por el credo de familia, y un conjunto de 16 artículos que se
han transmitido por 19 generaciones.
Ingredientes:
6 piezas de pollo
¼ taza de azúcar morena
½ taza de Salsa de Soya Kikkoman
½ taza de jugo de piña
Rodajas o pedazos de piña (*opcional)
1 cucharada de jengibre picado
3 dientes de ajo picados
Sal y Pimienta para sazonar
Preparación:
Lava las piezas de pollo y sécalas con un papel o servilleta de
cocina.
Para preparar la salsa, en un molde mezcla el jugo de naranja, salsa
de soya, azúcar, jengibre y ajo. Mezcla todo bien hasta que el azúcar se
disuelva. Ajusta el sabor a tu gusto.
Pon a calentar un sartén o una olla con un poco de aceite, recuerda
que el fuego debe de ser medio.
Pon a freír las piezas de pollo por unos minutos, tienen que quedar
bien doraditos por todos los lados.
Agrega la salsa y tapa la olla o sartén para que se terminen de cocer
las piezas de pollo. Recuerda que es importante que tapes el sartén para que la
salsa no se evapore antes de tiempo.
Cuando el pollo ya esté bien cocido, retira la tapa y deja que la
salsa se caramelice un poco.
Sirve de inmediato, puedes acompañar el pollo con un arroz blanco o
ensalada.
Listo!
deliciosssssiiisisimo
ReplyDelete