Cuando pienso en madalenas pienso en galletas, pero no lo son. Las
madalenas son (a mi parecer) pequeños pastelitos que se hornean en moldes con
pequeñas formas de conchas, y éstos pastelitos se “derriten” en la boca y van
perfectos con una taza de té o café.
Estas madalenas son ligeras y con un sabor delicado a mantequilla con
un toque de naranja. Tienen una cubertura crujiente (doradita) pero con un
interior suave, parecido al de una esponja. Además se ven muy lindas ¿no lo
crees?
Si las preparas es muy probable que ésta se convierta en una de tus
recetas favoritas, o tal vez ésta receta sea la causa de tener visitas
inesperadas ;)
Ingredientes:
(Aprox. 20 madalenas)
- 1 taza de harina “mil usos”
- 1 huevo grande, separado
- ½ taza de azúcar
- ½ taza de leche
- 4 cucharadas de mantequilla derretida
- 2 cucharadas de jugo de naranja
- 1 ½ cucharadita de ralladura de naranja
- 1 1/1 cucharadita de polvo para hornear
- Pizca de sal
Preparación:
Precalienta el horno a 375˚F (190˚C).
En un molde, bate la clara de huevo hasta que esté a punto de turrón.
En un molde, agrega el resto de los ingredientes y mézclalos.
Agrega los ingredientes a la clara de huevo, batiendo lo necesario
para que se incorpore, si bates demasiado, la mezcla perderá el volumen.
Pon un poco de la mezcla en cada “madalena” en el molde previamente
engrasado e enharinado.
Hornea por 10-12 minutos o hasta que las orillas se tornen doraditas.
Sácalas con cuidado del horno y déjalas enfriar a temperatura
ambiente.
¡Listo!
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