La
quinoa se ha convertido en la favorita de muchos, y gracias a su popularidad la
puedes encontrar en todos los centros comerciales.
La
quinoa es alta en proteína, libre de gluten, rica en fibra, magnesio, hierro y
mucho más. Tiene una textura delicada, por lo que se ha convertido en una
excelente opción a la hora de sustituir el arroz o la pasta, ya que es muy
versátil y sobretodo es saludable.
Para
obtener una quinoa esponjosita es de lo más sencillo de lo que parece, aquí te
digo cómo yo la preparo para que siempre te salga bien.
La
puedes servir fría o caliente, en ensaladas, sopas, puedes servirla como
acompañante, desayuno o plato principal.
Ingredientes:
(4-6
porciones)
- 1 taza de quinoa (de cualquier variedad)
- 2 tazas de agua o caldo de pollo o de vegetales
- Aceite de olivo
- Sal al gusto
Preparación:
Enjuaga
muy bien la quinoa. Pon la quinoa en un molde grande y ponle agua suficiente
para enjuagarla. Escurre el agua y repite el mismo procedimiento hasta que el
agua salga completamente clara.
*Esto
es muy importante para que la quinoa no quede con ese sabor “amargo” que
algunas personas dicen que tiene.
Pon a
calentar una olla a fuego medio y agrega un poco de aceite. Cuando el aceite
esté caliente pon la quinoa a dorar un poco.
Cuando
la quinoa ya haya cambiado a un color dorado, agrega el agua o caldo de
vegetales. Sazona a tu gusto con sal.
Tapa la
olla, y baja el fuego. Deja cocinando por alrededor de 20 minutos (sin destapar
la olla) o hasta que el líquido se haya consumido completamente.
Deja
reposando la quinoa (con la olla tapada) por lo menos 10 minutos antes de
servir o de usarla para tu receta favorita.
¡Listo!
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